El día de hoy 19 de junio el grupo de alumnos de primero de secundaria, apasionados por las matemáticas, organizados por su maestra Lina María Valencia, con esas ganas de disfrutar de la materia desde otra perspectiva porque siempre estaban en busca de nuevas formas de explorar los conceptos y desafíos matemáticos, así que decidieron montar una obra de teatro inspirada en el clásico cuento de "Alicia en el País de las Maravillas". Sin embargo, en lugar de caer en una madriguera, Alicia caería en un mundo mágico y enigmático llamado "El País de las Matemáticas".

Los alumnos ensayaron durante algunos días, diseñando el escenario, creando los trajes y memorizando los diálogos. Querían asegurarse de que la obra fuera una experiencia educativa y entretenida para el público. Finalmente, llegó el gran día y el patio de la escuela se llenó de padres, profesores y compañeros de clase ansiosos por ver la producción.

La hora llegó y el escenario se transformó en un paisaje matemático surrealista. Alicia, interpretada por una de nuestras estudiantes, apareció en escena, sorprendida por su nueva realidad. Pronto se encontró con un maestro de matemáticas, que realmente era el autor de la obra Carlo Frabeti, quien  durante la travesía la acompañó explicando con ejemplos claros los conceptos a los cuales se iba enfrentando, como los números primos, el número factorial, el cuadro mágico y las fracciones equivalentes (temas ya vistos en clase, pero explicados de una manera diferente al publico) . El Conejo Blanco explicó a Alicia que estaba atrapada en el mundo de las matemáticas y que la única forma de regresar a casa era resolver una serie de desafíos matemáticos.

Alicia, emocionada por la perspectiva de desentrañar los misterios matemáticos, se adentró en el País de las Matemáticas. Allí, se encontró con personajes extravagantes como el Sombrero Loco, quien organizaba una fiesta en la que solo se podía ingresar si resolvías correctamente un problema de cálculo mental en tiempo récord.

Mientras avanzaba en su viaje, Alicia se encontró con el Gato de Cheshire, que le mostró una serie de ecuaciones y le desafió a encontrar los valores de las incógnitas. Con astucia y razonamiento, Alicia resolvió cada uno de los problemas matemáticos que se le presentaban.

El punto culminante de la obra llegó cuando Alicia llegó al Castillo de la Reina de los Números, quien tenía la llave para regresar a casa. La Reina desafió a Alicia a un juego de ajedrez donde cada movimiento estaba basado en cálculos algebraicos. Fue una partida intensa, llena de estrategia y pensamiento lógico, pero Alicia logró ganar y obtener la llave que la llevaría de regreso a su mundo.

Al final de la obra, los actores se alinearon en el escenario para recibir un merecido aplauso. Los padres y el público aplaudieron por la creatividad y el talento de los estudiantes. Pero más allá del